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"Las 4 fases de la Luna roja" de Miranda Grey

Tejuelo 158.1 GRE

El libro “Luna roja”, el best seller mundial de Miranda Gray, y a posterior el libro "Las 4 fases de la luna roja" trabajan con la idea de recuperar el poder natural del ciclo femenino de 28 días. Este conocimiento valioso pasó durante muchos años de mano en mano, de boca en boca, circulando en grupos de amigas

1. Fase de la Luna nueva (arquetipo de “La Bruja”)

Nuestro ciclo comienza el primer día del sangrado, y con esto entramos en la primera fase, simbolizado en la parte inferior de la imagen por la luna nueva. Esta etapa que suele durar de 3 a 5 dias, es un momento de “muerte” y de introspección, aquí se cierra un ciclo y comienza otro. ¿Se imaginan como cambiaría nuestra visión de esos días si pudiéramos entenderlos como un momento de liberación increíble, donde dejamos atrás todo lo viejo, para darle la bienvenida a lo nuevo? Es en esta fase donde la mujer puede contactar con su parte oscura, fría y receptiva, que muchas negamos. Tenemos el don de morir y renacer cada mes, y no solemos aprovecharlo.

Sería muy apropiado descansar mucho en esta fase, dormir y soñar y meditar. Sin embargo, nuestra sociedad nos exige que vivamos estos días de la misma manera que los otros, lo que provocara mucho cansancio e irritación (¿les suena?).

 

2. Fase de la luna creciente (arquetipo de la “La Virgen”)

La siguiente etapa es la fase del renacer luego de la muerte, aquí el cuerpo de la mujer comienza a prepararse para gestar un nuevo óvulo. Es una etapa dinámica y radiante, ya que este es el momento en el que la mujer se libera de su ciclo procreativo y se centra solo en su propio ser. Solemos sentir confianza en nosotras y necesidad de sociabilizar. La concentración y la ambición se vuelven más fuertes, por lo que es en esta etapa del ciclo donde la mujer puede centrarse más en su trabajo. La sexualidad en esta etapa suele ser fresca y juguetona. Algunas se estancan en esta etapa e intentan (de manera antinatural) vivir de forma lineal (o sea, constante) bajo esta energía. Lo que da como resultado una mujer hipersociable, hipertrabajadora, desconectada de su lado más maternal y empático, y también de su lado oscuro, del que huye constantemente.

3. Fase de la luna llena (arquetipo de “La Madre”)

Esta fase comienza cerca de la ovulación, por lo que su energía estará más en consonancia con la abnegación y el cuidado de otros, ambos relacionados con la maternidad. Suele haber menos interés por sí misma y, en cambio, muestra más necesidad de asumir responsabilidades y de “alimentar” proyectos e ideas que ya existen. La sexualidad de la mujer en esta etapa suele manifestarse como una experiencia de amor profundo y el deseo de compartir. Si presta atención, puede que note también que en esta etapa la gente busca mas su ayuda y su apoyo.

Una mujer que se estanca en esta fase de su ciclo tendrá muchísimos problemas para decir que no, y fácilmente caerá en la trampa de convertirse en un “felpudo humano” para que no perder el amor de sus seres queridos.

 

4. Fase de la luna menguante (arquetipo de "La Hechicera")

En esta etapa, el óvulo ya ha sido liberado y no ha sido fecundado. Comienza entonces en las mujeres una necesidad de profundizar en el lado más interno de su ser. Esta es una etapa de gran creatividad, donde se puede aprovechar la energía que la mujer acumula cada mes para crear una nueva vida en su vientre, para hacer arte o explorar otros tipos de expresión creativa. Suele disminuir su capacidad de concentración y su tolerancia ante lo mundano, pero crece su intuición y su capacidad para soñar.

Esta etapa es la que más comúnmente suele dar “problemas”, ya que aquí la mujer se enfrenta con la idea inconsciente de no haber sido fertilizada y con la idea consciente de que se avecina el momento del sangrado (el momento “sucio” del ciclo). Por lo tanto, no es de extrañar que el síndrome premenstrual sea algo tan típico hoy en día. La resistencia que se vive dentro de cada mujer en esta fase es muy grande, y suele traer alteraciones como hinchazón, dolores, irritabilidad, emocionalidad desbordada, etc.

Y entonces el ciclo vuelve a empezar, solo que esta vez ya nos conocemos un poco mejor, y la próxima un poco más… hasta que nos convertimos en expertas de nosotras mismas. 

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